Andrew Westacott, director del Gran Premio de Australia de Fórmula 1, señaló que “podría haber sido terrible», en relación a la invasión de pista por parte de varios aficionados que se presentó en el circuito de Albert Park tras finalizada la carrera del pasado fin de semana, prometiendo una investigación en profundidad.
Disponemos de un gran número de cámaras de videovigilancia y de una gran cantidad de imágenes que tenemos que examinar a lo largo de las próximas dos semanas», declaró el director de la prueba a la cadena australiana ABC.
«El automovilismo es peligroso, podría haber sido terrible», añadió.
La Federación Internacional de Automovilismo (FIA) convocó a la organización de la prueba para pedirle explicaciones, estimando que el incidente constituye una grave violación del código deportivo.
Los medios publicaron imágenes de una multitud de espectadores atravesando y escalando las barreras de seguridad, a solo unos metros de los coches todavía rodando, al final de una carrera caótica ganada por el vigente campeón mundial Max Verstappen (Red Bull), en presencia de unos 131 mil espectadores.
Algunos alcanzaron el Haas del alemán Nico Hulkenberg, parado en la salida de la segunda curva tras haber terminado séptimo la carrera.
Las medidas de seguridad y los protocolos que debían funcionar para el evento no fueron aplicados, lo que creó una situación peligrosa para los espectadores, los pilotos y los responsables de la carrera», señaló la FIA.