México no sale de una controversia ambiental cuando ya está inmersa en otra, y es que ahora se abre un nuevo frente con Estados Unidos y Canadá en el marco del T-MEC, debido a supuestas violaciones a la legislación en la materia por los efectos nocivos del cultivo de agave en Jalisco, lo que podría representar sanciones comerciales para nuestro país.
La Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA), creada al amparo del tratado comercial, dio a conocer que el pasado 11 de abril, un ciudadano de origen mexicano presentó una queja con base en el capítulo 24 del T-MEC, con el fin de evitar el uso excesivo del agua, – cada vez más escasa -, en la producción de esta planta utilizada para la fabricación de tequila.
En la petición SEM-23-003, se asevera que la producción de agave —por ser una industria intensiva en el uso de recursos y que entraña un extenso cambio en el uso del suelo— está causando una vasta deforestación en el estado de Jalisco, lo que a su vez contribuye a la desertificación en zonas ya de por sí semiáridas; la ocurrencia de grandes aludes o desprendimientos de tierra e inundaciones en algunos municipios, y el agotamiento de los acuíferos», reveló.
En la petición a la CCA, se expone también que no se está realizando un manejo adecuado de las aguas residuales generadas en el proceso de fabricación del tequila (conocidas como “vinazas”), mismas que se infiltran en el subsuelo y se descargan —en forma no autorizada— en el río Zula, produciéndose como consecuencia un importante deterioro de la calidad del agua.